Existen varias causas que pueden originar pérdida auditiva, entre las más comunes están:

• Edad (presbiacusia): El envejecimiento es una de las principales causas de pérdida auditiva.
• Exposición al ruido: La exposición prolongada a ruidos fuertes puede dañar las células auditivas del oído interno.
• Factores hereditarios: Algunas personas nacen con predisposición genética a padecer problemas de audición.
• Enfermedades y trastornos: Infecciones, enfermedades como la meningitis o afecciones como la otosclerosis pueden afectar la audición.
• Traumatismos: Golpes o lesiones en la cabeza pueden dañar el oído y provocar pérdida auditiva.

La pérdida auditiva se clasifica según su gravedad en cuatro grados:

• Leve: Se dificulta entender los sonidos suaves o las conversaciones en ambientes ruidosos.
• Moderada: Hay problemas para seguir una conversación sin un audífono, incluso en ambientes tranquilos.
• Severa: Se requiere un audífono potente para escuchar conversaciones y sonidos cotidianos.
• Profunda: La comunicación es casi imposible sin audífonos o implantes cocleares.

Cada grado de pérdida auditiva requiere una evaluación y tratamiento especializado para mejorar la calidad de vida del paciente.

El tinnitus es la percepción de sonidos, como zumbidos o pitidos, en los oídos sin una fuente externa. Puede estar asociado con la pérdida auditiva, la exposición al ruido, el estrés o ciertos medicamentos.
Aunque no tiene cura, existen tratamientos como los audífonos con generadores de sonido o la terapia sonora que pueden aliviar los síntomas. Si sufres de tinnitus, te recomendamos consultar con un especialista para encontrar la mejor solución.